05 febrero 2010

Escritor argentino cambia la historia de su país

Por: Juan José Podestá

Colaboración especial para OTRAS VOCES
Publicado originalmente en el diario La Nación de Chile el 8 de septiembre de 2008.

A propósito de los nuevos “próceres” de esta parte de América, Cucurto dice: “Siento una profunda admiración por Hugo Chávez, de alguna manera representa lo mejor y lo peor de la política, nos retrotrae a nuestro viejo pasado caudillista”.
___________________________________



Elefantes pisando africanos, negras muertas que son violadas por soldados argentinos, próceres de la independencia sudamericana fumando hierba en plena selva y muchas alusiones sexuales. Estos son algunos de los delirantes pasajes que aparecen en "1810. La revolución vivida por los negros", la última entrega del argentino Washington Cucurto.

En el libro, publicado por Emecé, el poeta y creador de la editorial "Eloísa Cartonera" recrea en clave de ficción los sucesos que finalizaron con la Independencia de Argentina, y otorga un papel preponderante a la masa de esclavos negros que por esa época habitaban Buenos Aires.

"Todo surge de una idea que tuvimos con mi amigo Santiago Llach, en la cual decidimos que sería muy divertido reescribir la revolución argentina. La reescritura es un ejercicio, una experimentación liberatoria que debería darse en los colegios como un juego", afirma el autor de "La máquina de hacer paraguayitos", entre otros libros.


ALTER EGO DELIRANTE

Cucurto cree que este libro es una manera de asomar el saber académico al mundo popular: "No hay historia oficial, ese es otro malentendido. El pueblo no lee ni escribe, es analfabeto, hambreado. Partamos de la idea de que todo es una ficción, no hay manera fehaciente de constatar la veracidad de aquellos libros".


Y continúa diciendo que "hay que acercar los libros de historia al pueblo, y el pueblo tiene que ser crítico, leer mucho. ¿De qué nos sirve hoy día San Martín cruzando Los Andes?".


En la novela no hay cabidas para los actos heroicos. "La figura del prócer me parece decadente, megalómana y falocrática. Es la misma figura del caudillo político, del reseñista cuasi erudito de los diarios, del empresario progresista que se vuelca a la política", despotrica este amante de las bailantas. Sin embargo, considera que "ese San Martín es un poco yo, un alter ego delirante de mi otra vida. ¿Y por qué no? Creo que San Martín fue muy delirante, un tipo fuera de serie, un gran ídolo".


Todo lo anterior explica que Cucurto nada tenga que ver con la literatura "seria". "Odio la gramática y a los gramáticos estilo Fernando Vallejo, que creen que escribir bien es escribir para los escribanos".